Y por qué en HONEST no te voy a decir que los quites… si no quieres hacerlo.
¿Te han dicho que tu bebé se va a malacostumbrar?
¿Que si se duerme en brazos, luego no sabrá dormirse solo?
¿Que si le das el pecho para dormir, nunca lo va a soltar?
¿Que los apoyos de sueño son malos?
Hoy vengo a decirte algo distinto:
Los apoyos no solo están bien. Son naturales, funcionales y preciosos… si a ti también te sirven.
¿Qué son los apoyos de sueño?
Son todas esas cosas que usamos (sin planearlo muchas veces) para ayudar a nuestro bebé a dormirse o redormirse:
Succión (pecho, biberón o chupete)
Brazos, mecer, porteo, carrito
Cantar, hablar bajito, contacto piel con piel
Estar presentes, hacer colecho, sostener emocionalmente
No son un “vicio”.
Son recursos humanos, emocionales y biológicos.
Son nuestra forma de decirles: “estás a salvo, puedes descansar.”
¿De dónde vienen los apoyos?
Desde siempre. Desde antes de los relojes, los coches y las apps de sueño.
En la prehistoria, un bebé que dormía solo era un bebé vulnerable.
Los despertares frecuentes y la necesidad de contacto eran mecanismos de supervivencia.
Hoy, aunque vivamos entre paredes seguras, su cerebro sigue programado igual:
???? “Si mamá o papá están cerca, estoy a salvo. Entonces puedo dormir.”
Además, el sistema nervioso de un bebé es inmaduro.
No puede “autorregularse”. Necesita co-regulación: tu voz, tu olor, tu piel, tu calor.
Es decir, necesita apoyo.
¿Entonces por qué dicen que no son buenos?
Porque vivimos en una cultura que idolatra la independencia precoz.
Nos enseñan que un buen bebé es el que “no molesta”.
El que duerme solo. El que no necesita brazos. El que no llora.
Pero eso no es desarrollo, es desconexión.
Los apoyos se ven mal porque nos enseñaron que necesitar es debilidad.
Cuando en realidad, el vínculo es la base del desarrollo emocional y neurológico.
¿Y si mi bebé solo se duerme al pecho o en brazos?
Entonces, eso es lo que necesita ahora y eso es lo que sabe hacer en este momento.
Y si tú estás bien con eso… está perfecto.
Los apoyos solo dejan de ser sostenibles si:
– Te agotan física o emocionalmente
– Ya no se adaptan a las necesidades de tu bebé
– Quieres cambiarlos (no porque “deberías”, sino porque ya no te sirven)
Y si quieres cambiarlos, se puede hacer con respeto, poco a poco, y sin llanto.
No hay que elegir entre brazos o descanso
Esta es la mentira más grande de todas.
No es “o te duerme el pecho o nunca va a dormir bien”
Es “¿cómo puedo acompañarle ahora sin olvidarme de mí?”
En HONEST no vas a encontrar una guerra contra los apoyos.
Vas a encontrar acompañamiento para usarlos, adaptarlos o soltarlos…
sin miedo, sin culpa a través de la conexión.
En resumen:
– Los apoyos de sueño no son un problema
– Son una respuesta amorosa a una necesidad real
– No malcrías: crías
– Y si a ti también te funcionan, no los cambies solo porque alguien más te dijo que deberías
¿Quieres ayuda con el descanso?
Estoy aquí para acompañarte a mejorar el sueño de tu bebé sin traicionar tu instinto.
Puedes reservar tu primera llamada gratuita aquí.
Te escucho, sin juicio y con todo el respeto del mundo