El sleep training (o “entrenamiento del sueño”) es un conjunto de métodos que buscan enseñar al bebé a dormir “de forma independiente” y, especialmente, a no necesitar a sus cuidadores durante la noche.
Suele incluir técnicas como:
- dejar llorar sin intervenir (método Extinction)
- llorar con tiempos controlados antes de consolar (Ferber)
- alejarse gradualmente del bebé (camping out)
Todo esto con el objetivo de que el bebé “aprenda” a dormirse solo y duerma del tirón.
¿Pero… de dónde viene esta idea?
Nos lo preguntamos mucho en HONEST, y la respuesta no es tan instintiva como podríamos pensar.
Porque esta presión social de que un bebé “bueno” es el que duerme 12 horas seguidas… no viene de la biología, sino de la historia.
???? Un poco de contexto:
En 1894, el pediatra estadounidense Dr. Luther Emmett Holt escribió el libro “The Care and Feeding of Children”.
Ahí recomendaba, literalmente, dejar llorar al bebé para que aprenda a dormir solo.
Este fue uno de los primeros enfoques sistematizados del “entrenamiento del sueño”.
Décadas después, esta visión fue adaptada y popularizada por figuras como el Dr. Richard Ferber en los años 80, con el famoso método de “llanto controlado” o Ferberización.
Este modelo se extendió por todo el mundo occidental.
Y así empezó la idea de que un bebé que se despierta es un problema. Que necesita “aprender”. Que debe dormir solo. Y cuanto antes, mejor.
A mi personalmente me resulta curioso que dos señores (ni siquiera dos madres) inventaron el método que fue seguido durante muchísimos años, incluso hoy en día. No toma en cuenta al instinto de la madre ni a la información biológica que tenemos sobre el desarrollo de un bebé.
Pero ¿y la biología?
Desde el punto de vista del desarrollo humano, esto no tiene ningún sentido evolutivo.
- Durante miles de años, los bebés durmieron cerca de sus madres.
- Los despertares nocturnos eran (y siguen siendo) una forma de supervivencia.
- El sueño maduro y consolidado no es algo que se enseña. Es algo que se desarrolla con el tiempo.
Como bien explica el Dr. James McKenna, especialista en antropología del sueño infantil, los bebés no están diseñados para dormir del tirón sin contacto.
Están diseñados para buscar seguridad. Y eso incluye a sus padres, también por la noche.
¿Y qué hacemos entonces en HONEST?
En HONEST no aplicamos sleep training.
Porque no creemos que un bebé necesite ser entrenado para dormir.
Creemos que necesita ser acompañado, sostenido y comprendido.
Ofrecemos:
- estrategias respetuosas que sí mejoran el descanso
- cambios suaves y realistas que alivian el agotamiento
- herramientas para que tú entiendas qué esperar y cómo responder. Pero nunca a costa del llanto sin consuelo, ni de romper el vínculo nocturno.
¿Y el sleep training oculto?
A veces pensamos que si no dejamos llorar a nuestro bebé solo en una cuna, no estamos haciendo sleep training.
Pero el entrenamiento del sueño también puede disfrazarse de otras formas más sutiles.
Por ejemplo:
- Decidimos quitar el pecho por la noche, pero cuando el bebé se despierta y lo pide, le negamos el pecho aunque llore.
- Nos quedamos a su lado, y decimos que “estamos acompañando sus emociones”.
- Pero en realidad, lo dejamos llorar en nuestros brazos, sin atender lo que necesita, esperando que aprenda a dormirse sin eso que antes le ayudaba.
Este enfoque se siente más suave porque no hay abandono físico.
Pero el mensaje que recibe el bebé puede ser confuso:
“Estoy contigo… pero no te doy lo que necesitas.”
Aunque estemos presentes físicamente, si no respondemos emocionalmente, el bebé puede sentir lo mismo que si no estuviéramos:
confusión, desregulación, desconexión.
En HONEST lo decimos claro:
Cambiar una conducta del bebé para nuestro propio fin, sin tomar en cuenta su momento madurativo ni emocional, sigue siendo entrenamiento. Solo que más silencioso.
Y aquí no venimos a silenciar.
Venimos a escuchar, sostener y acompañar con respeto.